La cara oculta de la Luna: la misión lunar Chang’e y la experiencia humana.
Por: Betty Aguirre-Segura
Desde hace 4000 mil años en China, a mediados de otoño en la noche de Luna llena del octavo mes lunar, la diosa Chang’e recibe dulces ofrendas en altares bellamente decorados. Sus devotos también esperan recibir la virtud de la belleza. Es es el comienzo del Festival de la Luna.
Desde hace 4000 mil años en China, a mediados de otoño en la noche de Luna llena del octavo mes lunar, la diosa Chang’e recibe dulces ofrendas en altares bellamente decorados. Sus devotos también esperan recibir la virtud de la belleza. Es es el comienzo del Festival de la Luna.
La leyenda dice que la hermosa Chang’e buscó
refugio en la Luna cuando su esposo Hou Yi, el Señor Arquero, descubrió que ella había bebido el elixir de la inmortalidad que los dioses le otorgaron por
haber matado a los nueve soles. Iracundo, Hou Yi fue en búsqueda de Chang’e, pero fue interceptado por la liebre Yutu hasta que éste
prometiera la reconciliación.
La belleza de Chang’e es celebrada en poemas y
novelas, pero también en la Ciencia. La misión lunar china que acaba de
conquistar la cara oculta de la luna, lleva su nombre. No obstante, en 1969
hace ya 60 años, la misión Apolo 11 coqueteó con Chang’e, al incluirla en una
conversación entre el tripulantes de la nave, Michael Collins y uno de los
controladores de la base Houston CAPCOM, Ronald Evans:
Ronald Evans (Controlador): "Entre los
grandes titulares relacionados con Apolo esta mañana, hay uno que te pide que
observes a una hermosa mujer con un gran conejo. Una antigua leyenda dice que la
joven china llamada Chang-O ha vivido allí durante 4.000 años. Parece que fue
desterrada a la Luna porque le robó la píldora de la inmortalidad a su marido.
También pueden buscar a su compañero, un gran conejo que es fácil de detectar
ya que siempre está parado sobre sus patas traseras a la sombra de un árbol de
canela. El nombre del conejo no se reporta."
Michael Collins (Astronauta): "Está bien.
Estaremos atentos a la conejita."
Las conquistas y fracasos de la Humanidad
siempre fueron explicados, interpretados o celebrados bajo el poder del mito,
ese lazo intangible que solía mantener unida a una comunidad, pero que además guió e iluminó al individuo en su comprensión de la existencia. Como lo
dice Joseph Campbell autor de The Hero of a Thousand Faces en una entrevista
con Bill Moyers, “Ellos te enseñan que puedes volverte hacia tu interior, y comienzas
a recibir el mensaje de los símbolos. Lee los mitos de otros pueblos, no sólo
los que pertenecen a tu propia religión, ya que uno tiende a interpretar su
propia religión como la realidad, pero leyendo otros mitos, empieza a recibir
otros mensajes. El mito ayuda a poner tu mente en contacto con esa experiencia
de estar vivo. El mito te dice qué es la experiencia....”.
La sociedad china entiende y vive como pocas
culturas el poder del mito y la Ciencia no se escapa. Es asi que, la CNSA bautizó a la
misión espacial más exitosa de los últimos tiempos: Chang'e 4; todo un logro histórico al aterrizar por primera vez un vehículo espacial en la cara oculta de la Luna, el 3 de enero de este año.
La sonda espacial que fue lanzada el 7 de diciembre del 2018, logró posar en la superficie lunar sin ningún percance al vehículo y su robot Yutu-2 (Conejo de Jade). Su misión es explorar el terreno y hacer algunos experimentos científicos.
Pero además, lleva a bordo gusanos de seda, semillas de papa y flores para
observar su germinación y desarrollo en las condiciones de baja gravedad. Se
prevé que en el 2020, la sonda Chang'e 5 será lanzada para recoger las muestras
y resultados de esta misión.
Eventos como estos nos lleva a pensar en la importancia de los mitos, esas historias fantásticas que tienen el poder de inspirar e iluminar nuestra existencia. Con ellos podríamos repensar la identidad(s) desde lo
cotidiano y lo profundo, y recuperar y reinventar los mitos que nos formaron y guiaron hasta aquí y que
hoy parecen estar bajo suelo.
Los satélites deberían ser llamados con nombres que nos conmuevan y refresquen la memoria, y no con nombres ajenos como Pegaso, Apolo, LADEE, Luna o Explorer. Hay nombres más hermosos e iluminadores, como Chang'e por ejemplo.
Artwork: Mirror Case with Lunar Scene, 19th century, Qing dynasty (1644–1911), Embroidery on silk gauze, China. The MET Museum of NY)
Los satélites deberían ser llamados con nombres que nos conmuevan y refresquen la memoria, y no con nombres ajenos como Pegaso, Apolo, LADEE, Luna o Explorer. Hay nombres más hermosos e iluminadores, como Chang'e por ejemplo.
Artwork: Mirror Case with Lunar Scene, 19th century, Qing dynasty (1644–1911), Embroidery on silk gauze, China. The MET Museum of NY)
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