Elefantes blancos agonizan sobre el territorio ecuatoriano Hanno. Fresco de Rafael, 1514 Por Betty Aguirre-Segura En 1514, Giovanni de ‘Medici, el Papa Leoncio X, recibió un regalo del rey Manuel de Portugal: un elefante blanco traído desde la India. Con este obsequio el rey quiso agradar y ganarse la voluntad de Papa, quien por su linaje y fortuna lo había tenido todo, menos un elefante blanco. Leoncio X, la personificación misma del Renacimiento, hizo de Roma el centro del poder cultural y político, aunque con un altísimo costo económico, dejando vacías las arcas del tesoro papal. El costo también sería político, pues no pudo detener los avances de la Reforma, aunque logró excomulgar a Martin Luther en 1521. Hanno, así llamado en honor a Aníbal (Hannibal) quien cruzó lo Alpes en elefantes de guerra, murió a los dos años de haber llegado a Roma. Leoncio X ordenó a los médicos hacer todo para salvarlo y estos decidieron practicarle unas purgas utilizando sup
Aproximaciones.