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Mostrando entradas de 2024
Doña Francisca Sina Sigchi, Cacica y Señora de Tilipulo, centro del poder panzaleo y eje de la riqueza colonial y republicana del centro de Ecuador.   Betty Aguirre-Maier University of Utah                                                                                         Escribir sobre el período de la Conquista de América ha sido siempre un complejo proceso ante la abundancia de crónicas y documentos que dejaron los conquistadores, frente a la casi nula información dejada por los conquistados. Durante siglos, la representación del “otro” en la historia de este proceso fue escrita desde la perspectiva europea, ignorando la experiencia propia de los pueblos indígenas.  Es por esto por lo que, encontrarnos con documentos que dejaron los caciques de Latacunga, Sancho Hacho y Sina Sigchi son de gran ayuda para comprender, aunque brevemente, la organización socio política del mundo andino durante la Conquista en lo que hoy es el centro de Ecuador. El poder panzaleo, el poder femenino,

La Santísima Tragedia: la fiesta de la Mama Negra de una niña de zapatos azules.

  La Santísima Tragedia: la fiesta de la Mama Negra de una niña de zapatos azules.                                A mi hermano                                                      Es una soleada mañana de un 24 de septiembre ecuatorial y llevo mis zapatos azules de charol. Deslizo mi mano de la mano de mi abuela y me pierdo entre la gente. En este estridente, colorido y caótico universo me siento libre y segura; la blanca cúpula de la iglesia es mi brújula. Quiero ver al Ángel de la Estrella, una niña de grandes alas e infinitos rizos subida en un caballo tan blanco como su vestido. La escucho loar a la Virgen de la  Merced en una larguísima filigrana de palabras. Los disparos inauguran la fiesta y la banda de músicos uniformados inician el desfile. Miro alrededor y corro calle arriba. Me encuentro con hileras de pájaros gigantes que danzan con movimientos ondulantes. Los niños y sus madres gritan: ¡Los curiquingues, vienen los curiquingues! Retrocedo y miro sus largos cuellos pasar.

"Habituados a la esclavitud desde la cuna.."

"Habituados a la esclavitud desde la cuna.."   “A las dos horas avistamos el vallecillo de Sumbagua (Zumbahua), en su principio hacia el sur la hacienda de este nombre […] Al norte de este vale se halla el lago Quilotoa, cuya descripción tenemos por M. de La Condamine […] La hacienda perteneciente a los padres agustinos de Quito. Su producto se funda en los numerosos rebaños de ovejas y en sus lanas; por todas partes se ven las manadas seguidas de sus pastores, y las cabañas de estos en una prodigiosa elevación (4000 m). Rara vez gozan del aspecto y del calor del sol. Siempre envueltos en nieblas, siempre agitados por él viento, siempre a pocas toesas de la nieve y muchas veces sobre ella misma, pasan sus días a medio vestir en una cabañas tristes y miserables. Acostumbrados a esta vida, nacidos sobre la cima de estas montañas, miran al resto de hombres con una total indiferencia, y habituados a la esclavitud desde la cuna, no tienen ni aun idea de la libertad. Desgraciados e

Doña Francisca Sina Sigchi, Cacica y Señora de Tilipulo. De centro del poder panzaleo a centro de la riqueza colonial y republicana

  Doña Francisca Sina Sigchi, Cacica y Señora de Tilipulo. De centro del poder panzaleo a centro de la riqueza colonial y republicana                                                                                              F: Viktor Armendariz Fue a inicios de 1540 cuando Sina Sigchi y su hermano Sancho Hacho, Caciques panzaleo del señorío de la Tacunga (Latacunga), fueron unidos en matrimonio por el Inca (posiblemente Manco Inca Yupanqui) y por el primer Obispo de Quito, García Díaz Arias. Décadas más tarde, en su testamento firmado en Saquisilí en 1580, Sina Sigchi, bautizada como doña Francisca, narra el ritual previo de matrimonio con su hermano llevado acabo en dos puntos estratégicos a los que llamaban "madres". En este ritual inca, la pareja real fue "enterrada" de forma separada: Sina Sigchi en Malaleji (Quijos) y Sancho Hacho en Pinipullo (Callo). Al salir de sus "madres" los caciques recibieron todo lo que sus ojos alcanzaron a ver y más allá